lunes, 7 de febrero de 2011

Cuando el problema está en la base



Nos llegan desde Madrid reacciones de pesimismo y de miedo tras la última derrota del equipo de Mourinho ante Osasuna (1-0) y las continuas victorias del Barça, que ya aventaja a su máximo rival en siete puntos. El simple pensamiento de terminar de nuevo una temporada en blanco crea en los madridistas una situación de desconcierto e incredulidad, pero sobretodo de impotencia al ver que nada pueden hacer contra esta máquina de hacer fútbol llamada Futbol Club Barcelona. El caso es que en la capital ya andan buscando culpables... ¿Mourinho? ¿Los jugadores? ¿Florentino? ¿Valdano? Pero me sorprende ver que nadie haga autocrítica y hable del problema real de esta institución, la base. La clave está en el trato que recibe la cantera, la iniciación, los chavales, llámenle como quieran llamarle, pero el problema y a su vez la solución están allí. Mientras que el Barça lleva años invirtiendo (y no gastando) en la creación de un estilo desde de Pre-Benjamin el Madrid prefiere dar la oportunidad a escasos jugadores del filial y gastar auténticas burradas en jugadores consagrados y de primer nivel. Pero esto no sólo se refleja en el simple hecho de los jugadores sino también en el juego, el Barcelona es un equipo con un tipo de juego que llevan practicando todos desde que son pequeños. Los defensas entrenan para jugar como juega Piqué, se trabaja para que los centrocampistas tengan la calidad de Xavi y para que haya atacantes como Pedro. Desde sus inicios se les enseña a jugar a uno o dos toques, a no despejar balones porque sí, a dar luz al pase, a buscar diagonales... y esto queda reflejado en la identidad del equipo cuando dichos chavales crecen, este Barça es un equipo que gane o pierda siempre juega igual. Porque han crecido con este tipo de juego y saben que si quieren triunfar deben aplicarlo siempre. Por contra, el Madrid no tiene un estilo de juego definido, si viene Mourinho juegan así pero si viene Capello jugarán de otra forma, y el problema es que cuando los blancos reciben un gol andan perdidos por el campo, les cuesta coger el balón y llevar la iniciativa porque nunca antes nadie se ha preocupado de enseñarles.

Es en momentos como éste que me viene en mente aquella anécdota que dice que Florentino tenía fichado ya a Iniesta para su fútbol base cuando éste era un chaval pero que decidió darle a él y a su familia un piso en un barrio de delincuentes, prostitutas y malhechores de manera que la familia de Andrés decidió romper el acuerdo con el Madrid y viajar a Barcelona para dejar a su hijo en la casa del fútbol y de los valores, la Masia. Gracias Florentino, de todo corazón.



IGNASI SALAFRANCA SORT

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