Ya hace unos años que los grandes clubes tienen la costumbre de romper el mercado continuamente pagando cantidades excesivas por simples jugadores de fútbol. El último ejemplo son los 58 millones que ha decidido pagar el Chelsea por Fernando Torres, un delantero del que nadie duda pero que ni en broma cuesta lo que se ha pagado por él. Pero al fin y al cabo es normal tras los 40 millones por Villa, los 65 por Kaká o los casi 100 por Ronaldo. No contentos con eso el Liverpool decidió gastar, y permítanme decir gastar y no invertir, 40 de los 58 ingresados en el joven delantero inglés Andy Carroll, un jugador mediocre (pese a que me parece un buen punta) que tras 80 partidos en el Newcastle anotó 31 goles y que hasta se marchó una temporada cedido al Preston donde únicamente consiguió marcar un gol en once partidos. Personalmente os digo, tal y como he comentado antes, que Carroll me parece un muy buen delantero, un hombre con mucho carácter, personalidad y gol, pero sin duda alguna no es alguien por quien se deba pagar 40 millones. Simplemente porque aún no ha demostrado ser merecedor de dicho precio.
Además me gustaría hablar un poco de la inmediata acción de los seguidores reds de quemar sus respectivas camisetas del "Liverpool Number 9", me parece lamentable la reacción de los aficionados ya que no es algo aceptable moralmente el desear la quema de alguien (ya que el quemar la camiseta de Torres significa mandarlo a él a la hoguera) y además, estos deben intentar ser realistas y ver que actualmente su equipo no va a ningún lugar y que la situación no está como para intentar retener a sus grandes estrellas. Que ante todo son profesionales que quieren progresar día a día, y esto sólo se consigue jugando en equipos grandes y competitivos, algo que actualmente el Liverpool no es. Suerte tienen de haber fichado a Luis Suárez, un grandísimo jugador que debería recalar en alguno de los equipos top del momento.
Me preocupa ver que hoy en día los grandes equipos derrochen dinero en jóvenes jugadores que a duras penas han salido de su país y que no han tenido tiempo de demostrar su valía. A este paso puede que terminemos vendiendo a Bojan (Dios no lo quiera) por unos 60 millones, como mínimo.
IGNASI SALAFRANCA SORT
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