lunes, 30 de abril de 2012

El ciclo continúa


"Us hem convocat avui aquí per comunicar-vos oficialment que Pep Guardiola no continuarà sent l'entrenador del Barça la propera temporada", así comenzaba Sandro Rosell una rueda de premsa que pasará a la historia como aquella en la que el técnico de Santpedor, el gran artífice de los mejores años de la historia azulgrana, comunicaba que abandonaba el club de sus amores porque se sentía vacío, sentía que había perdido la ilusión, y que necesitaba descansar y recuperarse antes de volver a coger alguna plantilla con la que competir. Lo hacía tranquilo, calmado, con elegancia, seguro su decisión. Pero sobretodo lo hacía agradecido hacia el club, hacia los jugadores y hacia toda la gente que ha hecho posible su estancia a lo largo de estos cuatro años, una eternidad según Guardiola, en el Barça. 

Más allá de analizar los motivos de su adiós, algo que debe entender más el propio Pep que los que le rodean  le admiran, cabe agradecerle todo lo que ha hecho por este club. Un club más bien acostumbrado a perder, a mirar desde debajo como grandes equipos, el Madrid, el United, el Bayern, el Milan, el Liverpool, lograban aquello tan ansiado, tan codiciado, por todo buen aficionado al fútbol. La Champions League. 3 Ligas, 1 Copa del Rey (de momento), 3 Supercopas de España, 2 Copas de Europa, 2 Supercopas de Europa y 2 Mundiales de Clubes. Un palmares impresionante logrado con una filosofía de juego, de ejemplo, de valores, y de cantera que nadie jamás ha conseguido igualar. Este Barça, este barco comandado por Guardiola, ha hecho historia y se ha convertido, en mi opinión, en el mejor equipo de la historia. No tanto por el qué si no sobretodo por el cómo. Dejando a un lado los colores, el escudo, creo que todo el mundo de este deporte debería unirse para expresar las mismas palabras. Gracias Pep.

Pero el técnico catalán no podía despedirse así como así, debía dejar huella y obrar su última genialidad. El ciclo continúa, y lo hace de la mano de su ayudante y buen amigo Tito Vilanova, y a partir del 1 de julio primer entrenador del Fútbol Club Barcelona. Inocente, humilde, de aspecto desaliñado, siempre en un segundo plano, callado, secundario, pero un sabio de este deporte y con un papel trascendental en los incontables éxitos de este equipo. Y es que siempre se había dicho, nadie lo desmentía, que Guardiola era el vocal de las ideas de Vilanova, el hablador, el motivador, el tipo con habilidad para persuadir a un grupo de chicos, mientras que Tito, su segundo, era el experto táctico, el corrector, el ideólogo, el artífice del buen juego de este Barça. Este es el sucesor de Pep, el hombre que recogerá el legado de su agotado mentor pero que sin duda lo sustituirá con creces. Desde aquí sé que no la necesita pero de todos modos, suerte Tito.





IGNASI SALAFRANCA SORT




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