La selección de Armenia vio cómo el martes se le truncaban sus opciones de acceder a la Eurocopa de 2012 tras su derrota por la mínima, 2-1, ante la República de Irlanda. Los goles de Aleksanyan, incomprensiblemente en propia puerta, y Dunne hicieron inútil el gol de Mkhitaryan y permitieron a los de Trapattoni finalizar la fase de clasificación en la segunda posición cuatro puntos por encima de la ex república soviética. Pese a que el encuentro fue muy igualado hubo un tercer protagonista, el trencilla español Iturralde González, quien expulsó en el minuto 29 al portero visitante Berezovsky por unas inexistentes manos fuera del área tras remate de Simon Cox, previo control con la mano. Además, consciente de su error, el colegiado equilibró las fuerzas cuando en el 81’ echó a Doyle por doble amarilla, la segunda muy rigurosa. Demasiado tarde para los visitantes. Hablemos de ellos.
Pese al buen papel del combinado irlandés, el hecho de contar con jugadores consagrados como Given, Dunne, O’Shea, Coleman, Duff, Hunt, McGeady, Doyle, Long… hace menos impactante el haber llegado tan lejos. Algo distinto ocurre con Armenia. Un equipo muy ordenado, al que le ha gustado tener el balón y atacar (máximo goleador del grupo con 22 goles) y en el que se han dado a conocer jóvenes jugadores, además del gran Henrik Mkhitaryan (Shakhtar Donetsk), como los destacadísimos e imprescindibles Gazharyan (Metallurg) y Movsisyan (Krasnodar). Dos jugadores muy dotados técnicamente y con una más que peligrosa llegada al área, además de ser también dos jugadores muy dinámicos que participan habitualmente en la elaboración de la jugada y en el último pase. Personalmente me gustaría destacar al joven Manucharyan (Ural), un delantero con muchísimo gol pero que no ha terminado de ser clave en los onces del joven seleccionador Verdan Minasyan. Un entrenador que, según declaró Mkhitaryan en Marcador Internacional, les ha sabido transmitir confianza y seguridad en ellos mismos así como muchísima ambición. En Armenia ya le veneran, realmente se lo merece.
Sí, es cierto que el equipo finalmente no ha logrado clasificarse pero el simple hecho de haber luchado hasta la última jornada para estar en la Eurocopa le da muchísima importancia a lo que ha conseguido este grupo. Grandioso, de verdad.
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