En toda liga hay equipos a los que les cuesta mucho ganar los partidos pero pienso que dentro de dicho grupo existen dos subgrupos distintos. Los que, pese a perder, presentan una apuesta atractiva e interesante y los que no saben a qué juegan. Dentro del primero podríamos agrupar al Borussia Dortmund, Olympique de Marsella, Roma o Ajax y dentro del segundo el gran líder sería sin duda el millonario Milan de Allegri. Club que cuenta en sus filas con jugadores de la calidad de Robinho, Ibra, Thiago Silva, Pato… Hablemos de ello.
Los rossoneri son un equipo amicioso, con mucho dinero pero con un gran problema. Un problema que al fin y al cabo termina siendo la explicación a la falta de éxitos, a nivel europeo, del club. Siguen manteniendo la misma columna vertebral que ganó aquella Champions League 2006-07. Sí, aquellos entonces magníficos jugadores tienen ya una edad pero siguen siendo titulares indiscutibles en los onces de Allegri. Hablo de los históricos Nesta, Ambrosini, de Seedorf, Gattuso, entre otros. El Milan es un equipo viejo, un equipo que sufre cuando tiene el balón, no por falta de calidad sino por no saber qué hacer cuando tienen la posesión del esférico, un equipo lento, previsible, aburrido, al que basta con presionar su salida para tenerlos dominados. El Milan es un equipo que basa su juego en lanzar balonazos a Ibrahimovic, confiando que éste la bajará y se cocinará él mismo la ocasión. El Milan de Allegri no sabe a qué juega. Es simple, no tiene una filosofía de juego más que mandarle pases largos al delantero sueco. Y así es imposible ganar algún título importante. Es cierto que el año pasado se llevó el Scudetto pero no lo logró por ser el mejor de la temporada sino por haber sido el menos malo, el más aceptable. Si los bianconeri quieren volver a ser aquello que fueron deberán deshacerse de todos los ex jugadores que forman su plantilla e incorporar futbolistas jóvenes, con futuro, con ambición. Jugadores de verdad, no fantasmas del pasado.
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