La temporada pasada fue gloriosa para dos equipos pequeños y muy trabajados como Borussia Dortmund y Lille. Ambos entrenados son dos monstruos de los banquillos, Jürgen Klopp y Rudi Garcia. No obstante, unos y otros son noticia por haber comenzado la temporada generando muchas dudas y sin lograr los resultados que consiguieron el pasado año. Las razones son simples. El problema es el de siempre. La venta de los grandes cracks del equipo. En el caso de los franceses vendiendo a varios de ellos pero manteniendo al mejor, pero todo lo contrario en el de los alemanes, quienes se han desprendido de la pieza angular pero han logrado retener todos los demás.
Dichas bajas se están notando poco en el Lille, equipo que sigue jugando bien y sacando adelante gran parte de los partidos. Es por ello que la hegemonía que existía en la Ligue 1 ha desaparecido y el Lille ha caído a la cuarta o quinta posición de la tabla. ¿Por qué? Por las bajas de dos de sus jugadores más importantes. La del centrocampista Cabaye, un pivote defensivo con una buena técnica y una lúcida salida de balón con la que permitía asociar y hacer llegar el esférico de la defensa a Hazard. Y finalmente Gervinho, un jugador eléctrico que ayudaba a romper las murallas defensivas que montaban los equipos rivales. No obstante, el Lille ha logrado mantener la gran estrella del equipo, Hazard, y al goleador Moussa Sow.
El caso del Dortmund es distinto. Jugadores importantes como Hummels, Subotic, Kagawa, Götze o Barrios siguen en el equipo pero echan de menos al que era el gran líder, el que sin duda fue el mejor jugador de Klopp la pasada campaña, Nuri Sahin. El actual futbolista del Real Madrid aportaba algo al equipo que no conseguía ofrecer nadie más que él, y que tampoco ofrece ninguno a día de hoy. Además de sus ya conocidas habilidades técnicas el jugador alemán aportaba liderazgo y seguridad a los demás compañeros. Algo que sólo Götze, y no siempre, aporta actualmente. No obstante cabe destacar que el Dortmund juega bien, domina la mayoría de partidos pero no termina de materializar las ocasiones que tiene. Además, está cometiendo errores imperdonables en la salida de balón que le están costando goles claves y decisivos. ¿Motivo? Cuesta encontrar un enlace entre la salida de balón y los tres mediapuntas, de forma que al equipo le cuesta ser directo y peca de jugar en horizontal. En resumen, falta un Sahin y es que Gündogan no está terminando de destacar en dicha función. Además, el equipo sigue esperando al lesionado Barrios. Sin duda el jugador con más gol de la plantilla.
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