viernes, 30 de septiembre de 2011

No es normal




Hay días en que no sabes muy bien sobre qué escribir. Días en que se te ocurren muchas temáticas posibles pero no terminas de decidir cuál de ellas interesará más a los lectores. Hoy es un día de estos así que finalmente me he decidido a hablar sobre un tema que me confunde, que me deja perplejo y desconcertado. La selección belga de fútbol.

Bélgica cuenta, en mi opinión, con uno de los combinados más potentes del planeta. No obstante, acumula decepción tras decepción, desastre tras desastre. Año 2004, Eurocopa de Portugal, Bélgica no fue capaz ni de clasificarse para la fase de grupos. Mismo resultado que en el Mundial de Alemania 2006, que en la Eurocopa de Austria y Suiza 2008 y que en el Mundial de Sudáfrica 2010. Casi ocho años acumulando fracasos, sin dejarse ver en las dos grandes competiciones a nivel de selección. Sin comprender el motivo de dicha debacle comienzo a leer los nombres de los componentes de la plantilla y aún me confudo más.

El seleccionador belga cuenta actualmente con dos auténticos porterazos de presente pero sobretodo de futuro, Simon Mignolet (Sunderland) y Thibaut Courtois (Atlético). Dos auténticos monstruos bajo palos no sólo por su envergadura sino también por su envidiable agilidad. Por delante dos jóvenes centrales con una admirable salida de balón, ambos del Ajax, Alderweireld y Vertonghen. Además de otros más consagrados como Van Buyten (Bayern), Kompany (City), Vermaelen (Arsenal), Vanden Borre (Genk) o Lombaerts (Zenit). Siete defensores que sin duda serían titulares en cualquier buen equipo del mundo. El centro del campo es algo único. Pocos equipos en el mundo cuentan con centrocampistas de tantísima calidad, magia y llegada como Fellaini (Everton), Defour (Porto), Witsel (Benfica), De Bruyne (Genk) o Hazard (Lille), uno de los jugadores más de moda del fútbol mundial.Arriba calidad, rapidez y gol, mucho gol. El espectacular zurdo Mertens (PSV), el prometedor Lukaku (Chelsea) y los no tan virtuosos pero también destacables Moussa Dembelé (Fulham) y Kevin Mirallas (Olympiakos).

Es un equipazo que sigue sin despegar, George Leekens tiene trabajo.

No hay comentarios: